El abismo.

Sabes que está ahí.
Lo temes.
Pero sientes curiosidad.
Cómo no asomarse...¿Qué habrá ahí?
Pero...Tengo miedo ¿Y si caigo?
Si no me asomo nunca lo sabré...

Una metáfora de la vida.

Cada uno tiene su "abismo", incluso hay quien se siente rodeado de ellos.
Lo que para algunos supone un verdadero e infranqueable peligro, para otros es una oportunidad, no exenta de riesgo, para progresar.

Nadie está obligado a hacerlo, nadie te obliga a mirar, aunque a veces las circunstancias, te pueden empujar.

Y no importa si involuntariamente o llevado por el instinto, sólo los que se asoman al abismo, y se atreven a saltar, aprenden que pueden volar.

Bajo un mismo cielo.

Todos nacemos bajo un mismo cielo. Un cielo a veces caprichoso, casi titubeante, tan azul en su mediodía  como rojizo y ocre en sus puestas y amaneceres. Con sus nubes suaves y dulces que a veces tan múllidamente tus pensamientos envuelven, como cuando enfurece y muestra su incontrolable poder entre oscuros castillos en el aire.
Sólo la sabiduría de la experiencia te hará saber, que no se le debe temer, que forma parte de la vida. Que se debe pasear bajo su luz, y también se puede navegar bajo su furia.
Porque así es el cielo, porque no es de nadie, porque el mismo cielo que arrasa tus cosechas es el que por primera vez vió besarte...porque el cielo, ni puede ni quiere marcharse.
Pero no debemos olvidar, que muestre la cara que muestre, un cielo es un cielo...pase lo que pase.

La parada de autobús.

En continuo análisis.
Ese era su estado natural.
Tal era así, que aquello que captaba su atención era sometido a un riguroso escrutínio, desde todas las perspectivas posibles, desde todos los puntos de vista.
No lo podía evitar.
Como no pudo evitar parar el aquel semáforo en rojo.
Y como no pudo evitar fijarse en la para de autobús que tenía casi enfrente.
No había mucha gente esperando, aunque sí la suficiente. Un par de señoras mayores que no dejaban de hablar, un chico adolescente con gorra y patín, un grupito de estudiantes que no paraban de reir, y detrás de ellos, sentada en el banquito, una chica joven, de veintipocos, que leía un libro.
De toda aquella estampa, lo que cautivó mayormente su atención fue la joven lectora. Parecía inmersa en su lectura, abstraída de todo el murmullo...
La chica era sin duda muy bella, su rostro se intuía agradable, su media melena con ralla a un lado lo tapaba casi todo, y ella se encargaba de apartar con un grácil gesto el mechón de pelo que parecia empeñado en acariciar el libro que tenía entre sus manos. Aunque lo que más destacaba de aquella bonita figura eran sus piernas, torneadas y esbeltas, que ella lucía cruzadas en femenina pose, y que sobresalían por su blancura del fondo oscuro de un cálido abrigo.
Sin duda no podía apartar su mirada de ella.
En tan poco tiempo había imaginado su voz, su risa, su pasado, su presente y toda su vida...
De pronto ella buscó algo en su bolso, su mano saco un caramelo o chiclé, que se acercó a la boca. Y sorprendentemente el envoltorio fue arrojado de forma deliverada, aunque con cierto disimulo, al suelo.
Él frunció el ceño.
De repente todo cambió.
Lo bonito desapareció, y con ello todo lo que imaginó. El pasado de la joven, su presente y sobre todo su futuro se esfumó.
Al tiempo el semáforo cambio a verde, y tuvo que emprender la marcha. Mientras se alejaba pensó, en todo lo que es capaz de mostrar lo que oculta un simple envoltorio de caramelo... o chiclé.

Yo paso de turno...

Cada uno es libre de obrar, y tiene como límite su propia conciencia.
Y aunque muchas son parecidas, no puedes confiar en encontrar otra conciencia igual. Lo que para unos está bien o es aceptable, para otros está fatal.
Tu conciencia será la que te diga "basta ya!"... entonces, cuando te desmarques, habrá quien te pretenda enrolar en las filas del mal. Es tan fácil demonizar!... Al que ya no te sigue la corriente, al que no acepta las reglas del juego que sabe le va a perjudicar, a quien no pretende ser uno más...
No se debe obligar a nadie a ir en contra de su conciencia y menos aún se debe minusvalorar. Cada cual tiene sus razones, la más poderosa de todas, su propia dignidad.

Todo el mundo tiene derecho a equivocarse y la obligación de rectificar.

Debemos cuidar la conciencia mas allá de la reputación, la conciencia es lo que somos, la reputación es lo que de uno piensan los demás.

Tamíz de grano fino

Vivimos en un mundo saturado de información. Nos llega por todos lados. Una cosa tiene en común. Toda la información debe ser transmitida, contada... entonces ¿Cómo distinguir si ha sido manipulada interesadamente o no?
Mas alla del enfoque, se modifica, se omite, se saca de contexto, se recalca, se magnifica, se insiste... se dicen verdades a medias, se miente descaradamente. Todas esas y muchas más, son formas de manipular. Por eso es conveniente pasar la información recibida por un poderoso filtro, un tamíz de grano fino que se llama" conocimiento". Él te permitirá contrastar, decidir, comparar, saber si es cierto aquello que te quieren tan descaradamente "colar"...
Por desgracia, el conocimiento, y la reflexión son cualidades que no están muy en boga en nuestros días.
Solo aquellos que las posean, tendrán más posibilidades de discernir,  y eso les dará la oportunidad de "ser libres", al menos en una cosa tan importante como es la opinión.

Dueños de nada.

Venimos al mundo con lo puesto...poca cosa.
Poco más nos llevamos de él...
Y sin embargo nos pasamos la vida entera queriendo acumular cosas, creyendo que nos pertenecen... pero sin llegar a caer en que vivimos de prestado.
Las cosas más valiosas  no se pueden retener.
En eso consiste la vida, en disfrutar de lo que te sea prestado mientras lo creas poseer, pues antes o después, con o sin motivos, se te escurrirá de entre las manos.
La vida es demasiado corta para lamentarse de perder aquello que no te pertenece.

La necesidad.

Desde que llegamos al mundo estamos necesitados.
Calor, alimentos, protección, y un sinfín de cosas. Algunas indispensables, otras no.
A veces nosotros mismos creamos una falsa necesidad, algo de lo que podríamos prescindir, pero que nos produce alguna satisfacción... eso puede llevar a crear algún tipo de adicción, y nos auto-engañamos vistiendolo con el disfraz de la necesidad.
Saber distinguir las cosas que bajo ese auto-engaño te esclavizan, y no con poca fuerza de voluntad, te dará la posibilidad de vivir una vida más libre y plena.
Lo normal es probar.
Lo inteligente es evaluar.
Lo sabio es actuar en consecuencia.
Una cosa os diré, ya para terminar. Para vivir sólo se necesitan tres cosas :
1)Respirar.
2)Tomar alimentos para mantener la vida celular.
3)Excretar los residuos que genera nuesto cuerpo, fruto de las otras dos acciones.
Todo, absolutamente todo lo demás es opcional.

Ocurrencias: Friends

Ocurrencias: Friendshttps://youtu.be/Izfg7YU9VgE

Friends

Os voy a contar una historia, la de Jorge, Enrique y una chica muy guapa, la protagonista: Pilar.
Jorge era un genio en su trabajo, tenía una inmejorable posición que se  había ganado a pulso, un gran luchador. Estaba felizmente casado con Pilar, un primor... guapa, dulce, risueña... un bellezón!
Enrique era un buen chico, vivía a su aire, un tanto despreocupado, se estaba labrando su futuro con su ingenio y su esfuerzo, otro luchador...
Jorge y Enrique tenían varias cosas en común.
Aunque no trabajaban juntos, eran compañeros de gremio, y su admiración mutua les hizo ser amigos, buenos amigos, de los de verdad.
Pasaban mucho tiempo juntos, ya no solo compartiendo asuntos de trabajo, sino una labrada y profunda amistad.
Eso proporcionó que en poco tiempo tuvieran otra cosa en común, su amor por Pilar.
Casi sin quererlo, Enrique se había ido encariñando de Pilar... tanto tiempo juntos, tantas risas, tantos buenos momentos entre los tres... no se la podía apartar del pensamiento.
Tan así fué, que un buen día, aprovechando una reunión de trabajo, Enrique decidió contar a Jorge lo que sentía por su hermosa mujer.
Este, lejos de enfadarse soltó una sonora carcajada... le contestó que era normal, Pilar era muy bonita, maravillosamente encantadora y es fácil que ocurriese...
- ¡tranquilo, ya se te pasará!.-le dijo-
Y así, sin volver a hablar del tema siguieron viviendo igual, todos tan amigos, con total normalidad.
Sin embargo Enrique no podía apartar de su cabeza a la dulce Pilar...
Un día, aprovechando un largo viaje de Jorge a La India, Enrique visitó en su casa a Pilar.
Este se lo contó todo. Ella no lo podía creer. Le dijo que eran muy buenos amigos, que no podía ser. Pero fue tal la insistencia de Enrique...y posiblemente lo que ella en secreto callaba... que al final ella se dejó querer, aquel día hubo más que besos y abrazos...
Jorge volvió, el tiempo pasó,todo quedó aparcado, latente, mas que a flor de piel, dentro del corazón...volvieron las risas, los buenos momentos, la verdadera amistad entre los tres.
Finalemente pasados unos años, cosas de la vida , el amor entre Jorge y Pilar se terminó. Diez años duró su amor.
Pasado un tiempo, Enrique volvió a pretender a Pilar, que esta vez libre si que lo aceptó. Se casaron y disfrutaron su amor. Curiosamente también duró diez años, y también terminó.
¿Y sabéis una cosa? Durante todo, todo el tiempo, los dos amigos lo siguieron siendo, muy amable y sensatamente, una verdadera amistad, que sólo la muerte de Jorge quebró.
Y si, tal vez a estas alturas alguien se haya dado cuenta ya... es una historia totalmente real. Voy a desenmascarar los personajes, su verdadera identidad.
Jorge es en realidad George Harrison, el Beatle...
Enrique es Eric Clapton...
Y Pilar no es otra que Pattie Boyd, la protagonista de esta historia... historia de la vida, de la amistad, del amor.
Espero haberla sabido contar, la conocía hace mucho tiempo ya...

Por cierto... Eric Clapton le dedicó a Patti una canción, una canción que habla de una diosa de la India, una diosa del amor. La canción, seguro que la habréis oído se trata de "Layla"... tal vez la próxima vez que la escuchéis os suene de otra forma, la sintáis como cada vez que la escucho yo.

https://youtu.be/Izfg7YU9VgE

Pues casi mejor...

Absolumente para todo hay una razón por la que sí y por la que no.
Los orientales lo vinieron a llamar el ying y el yang.
Piensalo...
Siempre los pros y los contras. Prejuicios en la mayoría de los casos, dependiendo cada uno de su capacidad de reflexión. Dudas que pueden llegar a ser incapacitantes, por temor a tomar una mala decisión.
Conocer que hay una verdad que lo envuelve todo te puede llevar a desatascar una situación. Tanto el bien como el mal, el acierto y el error... todo se complementa, sin el uno no existiría el otro, pues no se podría hacer comparación.
¿Y como acertar?
Bonita pregunta, de difícil solución...
Lo principal es tener una actitud positiva, perder el temor...
Aquí, muy tradicionales, lo expresamos con un "casi mejor"
Todos conocemos la frase, ¿quien no la ha oído, pronunciado, pensado?
"-¿Que ha sido, una niña? ¡que bien, la parejita!... ah! ¿que ha sido niño?... ¡pues casi mejor, asi le servirá la ropita!..."
El acierto está siempre en tomar una decisión, el tiempo ya dirá si es acertada o no. En el mejor de los casos, cabe la rectificación... y en el peor, bueno, ¿porque vamos a pensar en lo peor?...

La ténue luz

Hay en el cielo estrellas que brilla más que las demás... lo curioso es que casi nadie la puede ver, pues su luz sólo llega a los ojos de quien la sabe mirar.
Un brillo distinto, carente de vanidad, un brillo tenue y discreto, pero potente para quien lo sabe apreciar.
Un brillo sutil que sabe iluminar, sin caer en el narcisismo de otras estrellas que creen que brillan más.
Un brillo suave, que traspasa la piel, proveniente de un abrasador fuego interno, que prefiere guardar para la intimidad.
Un brillo dulce, que llega con aroma de cariño, de dulces carícias, que no conoce el rencor, y sólo es bondad.
Un brillo alegre, con destellos de sonrisas, de esas que saben besar.
Un brillo cálido, que abraza con ternura y con la pasión de quien sabe amar.
Un brillo constante, que no aparta su luz por capricho, que no deja de iluminar.
Un brillo, del que te puedes enamorar.
No se si ustedes lo habrán visto, pero yo no puedo dejar de mirar...

Perspectiva

Si cada ser, cada persona, ocupa un lugar en el mundo...¿cómo lo vamos a ver todo igual?
El mismo objeto en una estancia sera apreciado de forma diferente por todos los presentes, y cada uno lo interpretará según unas circunstancias distintas, basadas en su experiencia, conocimiento, así como su estado de ánimo y su forma de pensar.
Lo mismo ocurre en todos los órdenes de la vida, absolutamente en todos.
Sólo situarse en el mismo punto de vista del otro te hará ver y sentir como lo hace aquel, a eso se le llama empatía y no todos la suelen tener.
La perspectiva no es exclusiva de la variedad focal.
Las personas no cambian, lo hace su perspectiva...

Invitación

"A andar se aprende andando"... y sin ningún otro tipo de pretensiones, mas que poder ampliar el espacio para expresar ideas, pensamientos y en general "ocurrencias", queda abierto este espacio, al que está todo el mundo invitado a visitar y participar.
Bienvenid@s!